BMW R 80 G/S: nace el mito
¿Por qué no combinar piezas de varios modelos de carretera con unas llantas de radios y manillar ancho con refuerzo central para concebir la primera maxitrail moderna de la historia?
Presentada internacionalmente en el Salón de Colonia de septiembre de 1980 (actual INTERMOT), la moto causó sensación. Se mostraba algo nuevo y diferente: una trail que pasaba de 160 km/h que permitía uso touring, urbano e incluso off-road. La nueva R80 G/S (con las dos letras separadas por una barra inclinada en lugar de unificadas como en la actualidad) debe su nombre a la combinación de las palabras Gelände/Strasse (tierra/carretera), dejando claro esa doble faceta y múltiple usabilidad tan característica de este tipo de monturas. La nueva criatura estaba inspirada en la moto de carreras del campeón alemán/europeo de enduro, Rolf Witthöft.
Así, empleaba un motor bicilíndrico bóxer refrigerado por aire (derivado del R80/7) de 797.5 cc y 50 CV a 6.500 rpm, doble carburador Bing de 52 mm, embrague en seco, cambio de 5 marchas, encendido electrónico, chasis de acero de R65, horquilla telescópica con fuelles, basculante monobrazo con suspensión trasera Monolever y transmisión secundaria por cardan.
El equipamiento de serie añadía otras características “marca de la casa” como sus llantas de radios de 21 pulgadas, silenciador elevado en el lateral izquierdo, freno delantero de disco (trasero de tambor), parrilla portabultos, faro Bosch, guardabarros envolventes, velocímetro analógico, arranque a pedal, depósito de gasolina de 19.5 l., neumáticos Metzeler y pintura blanca con detalles azules junto a un ancho asiento biplaza tapizado en color rojo. El peso total declarado en seco era de 167 kg y superaba los 150 km/h reales de velocidad máxima.
Mención especial merece la imponente versión Dakar Edition, una edición limitada lanzada en 1985 para homenajear el triunfo de BMW en el raid africano con el piloto belga Gaston Rahier. Su rasgo más distintivo era el voluminoso depósito de 32 litros, diseñado para afrontar largas travesías sin comprometer la autonomía, un detalle heredado directamente de las motos de competición que triunfaron en el París-Dakar. También montaba un asiento monoplaza, parrilla porta-equipajes, neumáticos de tacos y protecciones de motor.
Fuentes de las imágenes: BMW GroupClassic
Otro de sus pilotos oficiales de BMW, el francés Hubert Auriol, apodado "l'Africain" por su destreza en la exigente carrera, llevó a la marca alemana a su primera victoria en 1981, repitiendo triunfo en 1983. Rahier, por su parte, con su pequeño tamaño pero enorme destreza, desafió la inmensidad del Sahara para perpetuar el legado de BMW en la disciplina ganando el beduino en las dos ediciones posteriores. Este espíritu aventurero y su éxito en competición reforzaron la reputación de la R 80 G/S como la precursora de una nueva generación de motocicletas capaces de devorar kilómetros sobre cualquier terreno, sin perder ese toque touring que nos es tan familiar hoy día.
Aquella BMW R 80 G/S fue creciendo paulatinamente desde los 800 cc iniciales, pasando por los 980 (con la BMW R 100 GS de 1987 y el primer Paralever), los 1.100 (con la R 1100 GS de 1994 y culatas de 4 válvulas por primera vez), los 1.150 (con la R 1150 GS en 1999), los 1.200 (con la R 1200 GS desde 2005, la última con refrigeración por aire y 2013 ya por agua), los 1.250 (con la R 1250 GS entre 2019 y 2023, con distribución variable) y los 1.300 cc (desde 2024 con las flamantes y vigentes BMW R 1300 GS y su versión Adventure).